Antes de que una persona vaya a un retiro de Ayahuasca, el organizador o el chamán enviará a las personas participantes una lista de alimentos que se deben evitar previamente, como por ejemplo: no utilizar drogas durante tres semanas, no tomar alcohol ni comer cerdo durante dos semanas, no ingerir productos lácteos, alimentos fritos, cafeína, sal por dos días. Algunos de estos pedidos eran dudosos, como por ejemplo el de no utilizar sal durante dos días porque el Ayahuasca es un planta y a las plantas les gusta el agua dulce, no salada; mientras que otras peticiones parecen ser más razonables, como por ejemplo no ingerir ningún alimento con el aminoácido llamado tiramina porque puede aumentar tu frecuencia cardíaca, al igual que el Ayahuasca. Algunas de las pautas que dan están orientadas a mejorar la experiencia, mientras que otras están orientadas a evitar riesgos en la salud.
La decisión de participar en una sesión siempre tiene que ser tomada por la misma persona, no puede ser una imposición de un familiar o de un amigo. Esta decisión se tiene que basar en una idea clara de los potenciales riesgos y beneficios con relación al historial médico, salud mental y el estado de ánimo general.
Un trabajo terapéutico con ayahuasca empieza con una buena preparación, con el objetivo de reducir potenciales riesgos y maximizar beneficios. Hay tres niveles en los que una persona se puede preparar para este tipo de experiencia: en el ámbito psicológico, en el ámbito social y en el aspecto físico. Para ello, cada persona tiene que encontrar su manera de prepararse.
Preparación Psicológica: si uno toma ayahuasca con una intención terapéutica o de crecimiento personal, como para poder ajustar comportamientos, mejorar relaciones interpersonales significativas o desactivar bloqueos emocionales, es importante que se tome conciencia del estado en el que se encuentra la persona. Conviene considerar el pasado, el presente y las expectativas que se tiene sobre el futuro en relación a lo que se quiere trabajar, también se debe considerar la relación con el entorno. Hay que reflexionar acerca de cuestiones como dónde uno está situado, también hay que pensar sobre los problemas o patrones de comportamiento que uno no consigue solucionar y de qué manera le afecta esto le afecta a sus relaciones con los demás, sobre cómo influye el comportamiento de uno mismo sobre los demás y viceversa.
Mientras más se haya reflexionado sobre estos temas el Ayahuasca funcionará mejor como catalizador de este proceso, el simple hecho de reflexionar consigo mismo puede hacer que la persona tome conciencia y de esta manera logrará que la experiencia con el Ayahuasca sea lo más productiva posible.
Lo habitual es pasar por distintas fases durante la experiencia, algunas pueden plantear un verdadero reto, otras pueden ser muy agradables, cargadas de significado y de satisfacción plena. Por esa razón muchos guías aconsejan que se deben preparar para las dificultades y animan a que disfruten de los estados agradables que aportará el Ayahuasca.
Preparación Social: si el participante desea mejorar sus relaciones familiares, relación de pareja, sus relaciones amicales o trabajar problemas que implican a otras personas, es aconsejable que abra el diálogo con estas personas durante el período de preparación, se le debe explicar las intenciones de solucionar los problemas que existen.
Preparación Física: en Perú, existe toda una sabiduría con relación a las dietas que se deben tomar, durante días, semanas o incluso meses, las personas toman plátano verde con arroz blanco, no comen sal, azúcar ni aceite. Las dietas consisten en tomar cada día una cocción de una planta en concreto, los participantes deben abstenerse de tener relaciones sexuales y deben vivir en completo aislamiento en una cabaña en la selva.
Al principio, muchas veces se purgan a los participantes con plantas como el tabaco o Yawar Panga (Aristolochia Didyma), entre otras más, la intención de la famosa purga es limpiar y sensibilizar al organismo y a la psique para que los efectos de la planta de Ayahuasca pueda generar mayores beneficios.
Originalmente, estas dietas tienen un enfoque curativo y forman parte de los aprendizajes de los curanderos. En Occidente, cada uno puede determinar hasta qué punto quiere realizar una dieta, ayuno, aislarse del entorno diario, hacer deporte o meditación antes de tomar el Ayahuasca. Hay personas que mantienen su dieta normal hasta la toma de Ayahuasca, otros, eligen dejar la sal y el azúcar durante días o semanas, y otros, optan por ayunar los días previos a la toma.
En general, comer alimentos sanos, ligeros y mantener una buena condición física pueden facilitar que tomar Ayahuasca sea una experiencia más fluida y probablemente lo haga más seguro. Este tipo edietas también pueden ser una manera de conectarse con el cuerpo y con los bloqueos que uno siente y también de ir tomando conciencia y estar preparado para la sesión. Se aconseja comer muchas verduras y fruta los días previos a la toma de Ayahuasca, tener un desayuno ligero y una comida rica en carbohidratos el día de la toma, y se debe procurar que la última comida sea 4 o 6 horas antes de tomar Ayahuasca.
