En el ámbito internacional, no existe un consenso respecto a la interpretación del marco jurídico internacional aplicable a la Ayahuasca. Es de vital importancia conocer cuales son las situaciones legales específicas en cada país para evitar riesgos.
Si una persona está planeando viajar al extranjero y quiere comprobar el estatus legal de la Ayahuasca en los diferentes países del mundo, aquí se proporcionará una visión general de la legalidad de la Ayahuasca país por país. La DMT, su principal ingrediente activo, está clasificada como una droga en la Lista 1 del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 el cual fue establecido por las Naciones Unidas, esto quiere decir que el comercio internacional se controla de cerca y su uso se supone que está restringido a la investigación científica y al ámbito medicinal.
Los materiales naturales que contienen DMT, incluida la Ayahuasca, no están regulados por este Convenio. Aunque la mayoría de las naciones del mundo clasifican a la DMT como una droga fiscalizada, pocos países parecen tener leyes que aborden específicamente la posesión o el uso de la Ayahuasca.
Según el Art° 284 del Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, la cual data del 2010, “Muchas plantas que contienen sustancias psicoactivas con propiedades estimulantes o alucinógenas, así como preparados elaborados con esas plantas, tienen usos tradicionales en algunos países o regiones, por ejemplo, en ritos religiosos. De conformidad con la Convención de 1961 y de esa Convención enmendada por el Protocolo de 1972, las plantas que son fuente de estupefacientes, como el Cannabis, la Adormidera y el Arbusto de Coca, están sometidas a medidas de fiscalización bastante específicas. En cambio, aunque algunos ingredientes activos con efectos estimulantes o alucinógenos contenidos en ciertas plantas están sometidas a fiscalización en virtud del Convenio de 1971, actualmente no hay ninguna planta fiscalizada de conformidad con ese Convenio ni con la Convención de 1988. Tampoco los preparados, como por ejemplo, las decocciones para consumo oral, que están preparados a partir de las plantas que contienen esos ingredientes activos son objeto de fiscalización internacional”.
Argentina
La Ayahuasca se utiliza en Argentina en una variedad de contextos, los cuales van desde los rituales llevados a cabo por chamanes indígenas itinerantes de Colombia y Perú, hasta la terapia local y los centros de sanación natural enfocados en el tratamiento de la adicción y otros trastornos. También existe una sucursal activa de una iglesia brasileña del Santo Daime, que durante décadas ha llevado a cabo sus ceremonias sin sufrir repercusiones legales.
En la actualidad, es difícil calibrar la amplitud del uso de la Ayahuasca en Argentina debido a la condición jurídica no establecida de la infusión y al ambiente de tensión creado por la serie de procesos judiciales de los últimos años. Las investigaciones indican que se debe tener precauciones en el uso de la Ayahuasca en Argentina.
La Ayahuasca no se encuentra listada específicamente en las leyes de control de drogas de Argentina, pero la DMT, la harmalina y la harmina son sustancias controladas por la “Lista I”, esto significa que están prohibidas excepto para uso médico y científico. La prohibición de las sustancias de la “Lista I” incluye la importación, la exportación, la fabricación, la distribución, la venta y la posesión, con penas que van desde un mes hasta 20 años de prisión (más las reparaciones civiles) y que varían según la naturaleza de la infracción y las circunstancias alrededor. La administración de Ayahuasca a otras personas a cambio de dinero, tiene una pena de prisión de entre 4 y 15 años, este es el escenario más común de los casos de enjuiciamiento en Argentina.
La situación legal de la Ayahuasca en Argentina sigue siendo incierta, incluso a pesar de un número considerable de detenciones y juicios desde el año 2011. Lamentablemente, los casos no llegan a ser del todo conocidos. Se sabe que existen organizaciones religiosas y terapéuticas que administran Ayahuasca en Argentina sin incidentes, existen una serie de juicios que indican que existen considerables riesgos jurídicos asociados al uso de la Ayahuasca en Argentina. Sin embargo, se supo que recientemente se absolvió y se liberó a un chamán.
El uso religioso de la Ayahuasca no está protegido por la ley en Argentina, sin embargo, la organización brasileña del Santo Daime está en proceso de solicitar al gobierno la legalización de la Ayahuasca.
Brasil
La DMT (N.N – dimetiltriptamina, un alcaloide triptamínico que se encuentra generalmente en el Ayahuasca) está prohibida en Brasil por la Ley de Fiscalización de Drogas Nº 11.343/2006. La Ayahuasca, sin embargo, no está específicamente prohibida y desde el año 1987 se ha autorizado explícitamente para los usos de índole ritual y religiosos por las regulaciones infralegales promulgadas por el Consejo Nacional de Políticas sobre Drogas, el cual es dependiente del Ministerio de Justicia de Brasil.
En este país, la cuestión acerca de la legalidad del Ayahuasca no ha sido decidida por los tribunales, como si se da en otros países, sino que ha sido internalizada por el gobierno brasileño como una cuestión de derecho administrativo. El uso ritual y religioso por parte de niños y mujeres embarazadas está autorizado desde el año 2004 mediante la Res. CONAD N° 05/04. En el 2010, fue promulgada una reglamentación detallada que establece una “deontología del uso de la Ayahuasca”, donde se definen prácticas inaceptables como el turismo, la comercialización, la producción no autorizada y los usos terapéuticos (CONAD Res N° 01/10). La definición del uso ritual o religioso aún no se ha establecido formalmente.
El estatus legal de la Ayahuasca en Brasil podría ser interpretado como precario e incierto en algunos aspectos, incluso a pesar de que el Estado lo reconozca formalmente. Es precario porque las normas infralegales no llevan el peso de las leyes que son aprobadas por el Congreso, por lo que pueden ser revocadas por el órgano gubernamental que dio la norma. Es incierto porque no está claro si la deontología de uso del 2010 es de carácter meramente consultivo o también se aplica a la policía federal.
Las sanciones por incumplimiento también son inciertas. En general, la situación legal, tal como se encuentra actualmente, es bastante estable. Aunque cuenta con la excepción que se refiere a la exportación internacional de la Ayahuasca, que frecuentemente ha llevado al hostigamiento de los miembros de las religiones brasileñas de la Ayahuasca por parte de los organismos de aplicación de la ley brasileña.
El reglamento del 2010 no da orientaciones acerca de la exportación internacional, aunque haya sido específicamente prohibida mediante el reglamento del 2002 (CONAD Res N° 26/02). El uso de Ayahuasca en Brasil se encuentra relativamente difundido, tiene una rica historia y un presente cultural diverso. Los pueblos indígenas de la Amazonía continúan usándola en sus rituales tradicionales, junto a importantes y altamente organizadas religiones brasileñas de Ayahuasca, como la Uniäo do Vegetal y los diversos linajes del Santo Daime y Barquinha, algunos de los cuales datan desde la primera mitad del siglo XX.
Las últimas décadas han sido testigos de la expansión de la Ayahuasca a los centros urbanos de todo Brasil y de la proliferación de modalidades de uso que incluyen aplicaciones indígenas, neo chamánicas, terapéuticas y de la nueva era. Las organizaciones religiosas brasileñas continúan constituyendo uno de los pilares centrales en la internacionalización del uso de la Ayahuasca, ya que trabajan para abrir y mantener sucursales en jurisdicciones extranjeras.
Perú
Este es uno de los únicos países del mundo donde la Ayahuasca es legal. La Ayahuasca crece en forma silvestre en el Alto Amazonas y los pueblos indígenas de esa zona la han utilizado para la curación, la adivinación, la caza y la diplomacia desde tiempos inmemoriales. Cuando Perú firmó el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, hizo una reserva específicamente para Ayahuasca.
En el 2008, Perú reconoció oficialmente el uso tradicional de la Ayahuasca por los pueblos indígenas como patrimonio cultural nacional. La facilidad de acceso al Alto Amazonas, junto con el uso generalizado de la Ayahuasca entre las tribus residentes, ha convertido a Perú en el principal destino del turismo de Ayahuasca en el mundo. La actual expansión es seguida por un gran entusiasmo y una serie de controversias, así como la expansión de la investigación sobre la ayahuasca y los efectos tanto positivos y negativos del turismo de Ayahuasca.
En otros países donde solamente ciertos grupos están exentos de prohibición total, la legalidad parcial de la Ayahuasca es una victoria para los derechos religiosos y el uso tradicional indígena permanece desprotegido. En Perú, el uso tradicional de la Ayahuasca y los derechos de los pueblos indígenas fueron las principales consideraciones que motivaron la reserva de la reserva de la Ayahuasca de Perú al Convenio y su reconocimiento del uso de la Ayahuasca como patrimonio nacional.
Uruguay
Aquí hay cierto vacío legal con respecto al estatus legal de la Ayahuasca. En primer lugar, el tráfico y la venta de sustancias psicoactivas está penalizado, pero el uso personal no lo está. Sin embargo, no se define claramente la cantidad máxima de la sustancia controlada que una persona puede poseer para uso personal antes de que se considere tráfico.
En segundo lugar, al igual que en otros países, la DMT es una sustancia controlada en Uruguay, pero la situación jurídica de la Ayahuasca también es incierta. Esta situación ambigua llevó a la confiscación de varios litros de esta bebida que estaba dirigida a la comunidad uruguaya del Santo Daime en la frontera con Brasil.
Por último, el Estado moderno uruguayo se inspiró en la tradición jacobina francesa y por lo tanto, existe una clara separación entre las instituciones políticas y religiosas. En particular, Uruguay ha rechazado sus raíces indígenas. La aparición de nuevos grupos religiosos y espirituales relacionados con la Ayahuasca ha generado debates en los medios de comunicación, ya que estas prácticas rituales combinan dos “problemas” como las “drogas” y la “religión”.
La prensa ha advertido frecuentemente a la ciudadanía sobre nuevos “cultos peligrosos” que están llegando a Uruguay. La situación jurídica de la Ayahuasca sigue sin resolverse, pero los participantes y miembros de los centros e instituciones de Ayahuasca siguen llevando a cabo sus rituales en una red informal que no parece ser de preocupación para las autoridades.
